Los corticosteroides son potentes fármacos antiinflamatorios que se han usado para tratar una variedad de enfermedades durante más de siete décadas; sin embargo, el uso a largo plazo de estos fármacos generalmente se evita, dados los riesgos de complicaciones agudas graves que podrían desencadenar. En contraste con el uso a largo plazo, el riesgo de complicaciones del uso de estos medicamentos a corto plazo es mucho menos entendido; un trabajo investigativo realizado en la Universidad de Michigan, revela los efectos negativos del uso a corto plazo de corticosteroides orales.
Las personas que toman corticosteroides mostraron ser más propensos a quebrarse un hueso, tener un coágulo sanguíneo potencialmente peligroso o sufrir un ataque de sepsis, en los meses después de su tratamiento, en comparación con los adultos similares que no utilizaron el fármaco.
El estudio utilizó datos de 1,5 millones de estadounidenses adultos, con una edad media de 45,5 años, en un periodo de 3 años. Del total de participantes, el 21,1 % recibió al menos una prescripción ambulatoria de corticosteroides orales a corto plazo.
Los investigadores pudieron observar que el 0,05 % de los que recibieron esteroides fueron ingresados en un hospital con un diagnóstico primario de sepsis, en comparación con 0,02 % de usuarios no esteroideos. El 0,14 % presentó formación de coágulos, en comparación con 0,09 %; y el 0,51 % sufrió fractura en comparación con 0,39 % de los usuarios que no tomaron esteroides.
Estas cifras reflejan que las tasas de incidencia de sepsis, tromboembolismo venoso y fracturas, fueron significativamente mayor en los usuarios que tomaron corticosteroides orales a corto plazo, en comparación con los usuarios que no tomaron el fármaco. Los consistentes resultados son importantes dado el uso frecuente de estos medicamentos y las posibles implicaciones para los pacientes.
Akbar Waljee, MD, M.Sc., autor principal del estudio señala:
La razón de este amplio efecto de los esteroides sobre las complicaciones puede tener sus raíces en cómo funcionan las drogas; éstas imitan las hormonas producidas por el cuerpo, para reducir la inflamación, pero esto puede inducir cambios que ponen a los pacientes en riesgo adicional de acontecimientos graves.
Mientras tanto, en base a los nuevos resultados, los investigadores aconsejan a los pacientes y prescriptores, utilizar la menor cantidad de corticosteroides posible, en base a la enfermedad que padece y advierten:
Si hay alternativas a los esteroides, debemos utilizarlos en la medida que sea posible. Los esteroides pueden trabajar más rápido, pero no son tan ‘libre de riesgos, como se podría pensar.