Los médicos están a punto de lanzar el primer anticonceptivo masculino en más de un siglo; la importante novedad no es producto de un laboratorio de una gran empresa farmacéutica, sino que es una iniciativa que surge en una universidad ubicada en el corazón de la India rural.
Años de estudios, investigaciones y experimentos en humanos podrían llegar a su fin. Ya el método anticonceptivo masculino se está preparando para su aprobación regulatoria. Los resultados hasta la fecha indican que es seguro, eficaz y sencillo de implementar. Sin embargo, el anuncio ha causado cierta conmoción y fricción en los grandes fabricantes de medicamentos.
No hay que ser un vidente para suponer que la introducción al mercado de un producto de esta naturaleza va a tener un impacto económico importante. El nuevo método de control de natalidad para los hombres, tiene el potencial para ganar tanto como la mitad de 10 mil millones de dólares que actualmente abarca la oferta de anticonceptivos femeninos en todo el mundo, y se calcula una reducción significativa en los 3.200 millones de dólares que conforman las ventas de condones anualmente, según estimaciones de los denominados gigantes de la industria farmacéutica, las empresas Bayer, Pfizer y Merck.

La técnica de Guha para alterar la fertilidad masculina, como se denominó inicialmente el proyecto, se basa en un gel de polímero que se inyecta en los tubos que transportan el esperma en el escroto. El procedimiento reversible podría costar tan poco como 10 dólares en los países de más bajos ingresos, y puede proporcionar a los hombres el control de la fertilidad durante años y evitar los costos actuales relacionados con el uso de preservativos o píldoras anticonceptivas femeninas, que generalmente se toma todos los días.
A nivel mundial, los hombres están rezagados en materia de anticoncepción. Casi el 60 por ciento de las mujeres en las relaciones conyugales, utiliza la píldora anticonceptiva o alguna otra forma de anticoncepción moderna, según un informe de las Naciones Unidas. Por el contrario, sólo el 8 por ciento de los hombres usa condón.
El procedimiento anticonceptivo masculino también podría aliviar la carga de los 225 millones de mujeres en los países en desarrollo, que la Organización Mundial de la Salud afirma, tienen una necesidad insatisfecha de anticoncepción. Sin embargo, hasta ahora sólo una organización no lucrativa de Estados Unidos ha tomado el desarrollo de la tecnología en el extranjero, dado a que las grandes empresas farmacéuticas no muestran interés en impulsar la innovadora propuesta.
Bayer, que compró Schering en 2006, dejó todas las actividades de investigación y desarrolló en el control de la fertilidad masculina hace aproximadamente una década; mientras que para Pfizer y Merck, la anticoncepción masculina no es un área de investigación activa. Ambas empresas venden productos para el control de la fertilidad femenina.
Frente a la falta de interés de la industria farmacéutica, Sujoy Guha, de 76 años de edad, ingeniero biomédico que inventó el producto, licenció a la Fundación Parsemus Technology, una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos, para ayudar a establecer el producto en los mercados internacionales.
Este año se realizará la presentación del método anticonceptivo masculino ante los entes reguladores, en busca de la aprobación como un método anticonceptivo permanente; en complemento, se sumarán los datos clínicos que sustentan la reversibilidad del método.