Es probable que el film cinematográfico de ciencia ficción “El marciano”, haya inspirado a los científicos del Centro Internacional de la Papa (CIP) ubicado en Perú, quienes se enfocaron en descubrir si es posible cultivar una planta de patata en las condiciones atmosféricas de Marte, para lo cual llevaron a cabo una serie de experimentos, y con ello demostrar que el tubérculo también es capaz de crecer en los climas más extremos de la Tierra.
En 2016 fue plantada una variedad del tubérculo en un entorno simulado especialmente construido por ingenieros de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) en Lima, al que llamaron CubeSat; para su construcción se basaron en diseños y consejos proporcionados por el Centro de Investigación Ames de la NASA.
El simulador que imita las duras condiciones climáticas que existen en Marte, ahora contiene un indicio de la vida: una planta de patata naciente. Luego de la experimentación en el suelo desértico de la nación andina, los científicos han cultivado con éxito una patata en un ambiente gélido con una alta concentración de dióxido de carbono.
Aunque todavía el proyecto se encuentra en las primeras etapas, los investigadores del CIP creen que los resultados iniciales son un indicador prometedor de que algún día, podrían cosecharse patatas bajo condiciones tan hostiles como las de Marte.
El CubeSat aloja un recipiente que contiene la tierra y el tubérculo. Dentro de este entorno herméticamente sellado, el dispositivo suministra agua rica en nutrientes, controla la temperatura de día y de noche, imita la presión del aire, el oxígeno y el dióxido de carbono. Un conjunto de sensores monitorean constantemente estas condiciones y con cámaras se graba en vivo todo el proceso.
Julio Valdivia, astrobiólogo de la Universidad de Perú que trabaja conjuntamente con la NASA en el proyecto, declaró:
Si los cultivos pueden tolerar las condiciones extremas a las que les estamos exponiendo en nuestra CubeSat, tienen una buena oportunidad de crecer en Marte. Haremos varias rondas de experimentos para averiguar qué variedades de patata lo hacen mejor.
De acuerdo con el criador de patatas Walter Amorós, estos tubérculos poseen una gran capacidad de adaptación a ambientes extremos. El CIP ha aprovechado esa capacidad para la cría de variedades de papa que toleran condiciones tales como la salinidad del suelo y la sequía.
Los científicos del CIP han llegado a la conclusión de que en las futuras misiones a Marte, tendrían que preparar el suelo y suministrar nutrientes, así como proporcionar suficiente aire y agua, para permitir que la patata prospere.
Indiferentemente de las implicaciones que pudieran tener en las futuras misiones a Marte, los experimentos ya han proporcionado buenas noticias sobre el potencial de la papa para ayudar a la gente a sobrevivir en ambientes extremos en la Tierra.