El hipocampo y la corteza entorrinal son bien conocidos por su sorprendente capacidad para correlacionar variables de navegación tales como la ubicación, la dirección de la cabeza, la percepción de la velocidad y la proximidad a los límites. Se cree que estos patrones de actividad proporcionan un mapa del espacio físico. Pero una nueva investigación realizada en la Universidad de Princeton sugiere una función más amplia. El estudio encontró que las células en esta área del cerebro, también pueden mapear sonidos.
La parte del cerebro que crea mapas mentales del medio ambiente juega un papel mucho más amplio en la memoria y el aprendizaje de lo que previamente se pensaba, según un nuevo estudio realizado por un equipo de científicos, dirigido por Dmitriy Aronov, profesor del Instituto de Neurociencia de la UP.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores utilizaron una secuencia definida de frecuencias para guiar ratas entrenadas a usar un joystick para moverse a través de una especie de laberinto sonoro.
Los investigadores descubrieron un conjunto de células que actúan de manera similar a las neuronas espaciales, las cuales se activan cuando el individuo se encuentra en una ubicación específica; estas neuronas sonoras se activan cuando se detecta un sonido concreto.
Con el estudio se pudo evidenciar que esas mismas regiones del cerebro están activas cuando se está explorando un tipo muy diferente del medio ambiente, uno que implica escuchar los sonidos. Los investigadores monitorearon la actividad neuronal de las ratas, específicamente cómo escucharon y respondieron a ciertos sonidos, y encontraron patrones de descarga similares a los observados cuando las ratas están explorando su entorno.
El profesor Henry Tank, coautor del estudio señala:
Los hallazgos sugieren que existen mecanismos comunes en el sistema hipocampo-entorrinal que pueden representar diversos tipos de tareas. La implicación de nuestro trabajo es que estas áreas del cerebro no representan la ubicación específica, sino que pueden representar otras características relevantes de la experiencia del animal. Cuando esas características varían de forma continua, se producen secuencias de activación neural.
El descubrimiento encaja con la forma en que pensamos sobre la cartografía de nuestro medio ambiente, en el contexto de aprender sobre los nuevos lugares y la formación de recuerdos y experiencias.
Aronov expresa:
Cuando se visita una nueva ubicación, no sólo se construye un mapa mental, sino que también se forman recuerdos de su ubicación. Creemos que este estudio resuelve el misterio del papel del hipocampo en la representación de la memoria y la ubicación, en la que estas neuronas son capaces de representar cualquier información pertinente.