Si eres propietario de una Mac, seguro te habrá saltado la notificación de que ya puedes descargar macOS 10.12.4., actualización que a partir de hoy esta disponible. Entre el típico aluvión de correcciones de bugs y mejoras en la estabilidad del sistema, destaca una funcionalidad que muchos habrán estado esperando, la función ‘Night Shift’.
Implementada en iOS desde la versión 9.3, Night Shift es la funcionalidad que permite cambiar de manera automática y paulatina la tonalidad de la pantalla de colores ‘azules’ a tonos un poco más cálidos.
El principio para realizar utilizar los filtros azules, se basa en los numerosos estudios independientes que corroboran que el uso continuo de dispositivos con pantallas con tonos ‘azules’ en la noche (aunque nosotros los vemos blancos) altera nuestro ritmo circadiano, haciendo pensar a nuestro cerebro de que estamos de día y causando insomnio en la mayoría de los casos. Pueden leer aquí el último estudio realizado por algunos colegas en Harvard que corroboran las anteriores afirmaciones.
Con Night Shift, macOS adoptará una tonalidad un poco rojo/amarilla cuando se haga de noche, bloqueando la luz azul, y evitando que estemos expuestos a sus efectos. Así podrás continuar haciendo lo que sea que hagas altas horas de la noche, en mi caso, escribir estas líneas.
Por supuesto la solución de Apple no es la primera. Desde hace años los desarrolladores de una aplicación llamada F.lux (disponible para Windows, Android y Linux) vienen promoviendo el uso de esta técnica para reducir el efecto de las luces azules en la noche.
Activar y configurar Night Shift en macOS podrá hacerse desde el panel de notificaciones o desde preferencias.
Entre otras de las mejoras implementadas en macOS 10.12.4 se encuentran correcciones en el renderizado de PDFs en Preview, mejoras en Mail, y soporte para más formato de RAW en cámaras digitales. Algo que sí estarán echando de menos los early adopters, será la falta del nuevo sistema de archivos APFS, recién estrenado en iOS 10.3. Algunos expertos advierten que si bien la transición en iOS pudo hacerse de manera silenciosa, Apple tiene más trabajo que hacer convertir sus Macs a APFS, ya que de no hacerlo correctamente, podría derivar en varias fallas. Tocará seguir esperando.