Whatsapp

Tras el ataque terrorista en Westminster, Londres, el gobierno en Reino Unido ahora entra en debate por el uso de encriptación en las aplicaciones de mensajería móvil.

El jueves pasado, un ataque terrorista perpetrado por el extremista británico Khalid Masood, dejó como saldo la muerte de cuatro personas y una docena de heridos. Tras esclarecer los hechos, identificar e investigar al atacante, la policía en Londres se ha encontrado que minutos antes este utilizó la aplicación de mensajería de Whatsapp para comunicarse con alguien. Sin embargo, debido a la encriptación que implementa, es difícil conocer con quienes se comunicó Masood aunque la policía asegura que este actuó por cuenta propia y no recibió indicaciones.

Al respecto, la ministra de interior Amber Rudd ha dicho que «No debería haber espacio para que los terroristas se oculten; necesitamos asegurarnos que organizaciones como Whatsapp, y hay otras muchas como ella, no proporcionen un lugar secreto para que los terroristas se comuniquen entre sí«.

«En el pasado, los sobres se dejaban abiertos y se podía escuchar una conversación telefónica con una orden apropiada«, agrega Rudd, y quien también añade que «en esta situación, necesitamos asegurarnos que nuestros servicios de inteligencia tengan la habilidad de ingresar a servicios encriptados como el de Whatsapp».

La señora Rudd, parece remontarse al viejo argumento de «si no tienes nada que ocultar, no tienes nada que temer«, que aún tiene mucho peso. El problema es que el usuario promedio no esta ocultándose del gobierno, sino de los hackers cada día buscan nuevas vías para hacerse con sus datos. Apple ya decía en su momento, que dejar una puerta trasera abierta en su software, permitiría que cualquier intruso pudiera aprovecharlo.

Encriptación de Whatsapp

Incluso si se dieran las herramientas a las agencias de inteligencia, nada evita que estas se hagan públicas. Y no tenemos que remitirnos a suposiciones sin fundamento, pues hemos presenciado hace unas semanas como Wikileaks ha logrado hacerse con documentación sobre los programa de ciberespionaje doméstico de la CIA, que según, circulan entre algunos hackers.

Pero el problema, es que la propia Rudd no parece entender la forma en la que podría operar una solicitud como la que hace: «No estamos diciendo que se abran, no queremos acceso a la nube, no queremos ese tipo de cosas. Lo que queremos es que reconozcan que también tienen responsabilidades con los gobiernos y que deberían colaborar con las agencias del orden cuando hay una situación terrorista».

La contradicción es que decir que no están pidiendo una apertura por parte de las compañías tecnológicas y al mismo tiempo solicitar acceso a la información que buscan. Esto último exige abrir los servicios, eliminar la funcionalidad misma que encripta las conversaciones.

Francisco Espinoza

Escribo sobre ciencia, tecnología, fotografía y todo lo que me apasiona.

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