Un equipo de científicos descubrió diminutas formas de vida en el Cinturón Supracortical Nuvvuagittuq en Quebec, Canadá, un área que contiene algunas de las rocas sedimentarias más antiguas del mundo; su origen data de hace 4.300 millones de años, cuando la zona era un océano rico en hierro. Aunque aún no se puede precisar cuándo o dónde comenzó la vida en la Tierra, se piensa que los respiraderos hidrotermales submarinos pudieron haber sido algunos de los ambientes habitables más antiguos.
La evidencia fósil muestra que hace alrededor de 4.200 millones de años, ya prosperaban organismos vivos en el planeta, un cálculo que difiere en cientos de millones de años antes de lo que se pensaba. Estos microorganismos encontrados en las formaciones de roca en Canadá, habitaron en los respiraderos calientes de los océanos que cubrían el planeta en sus primeras etapas.
El Dr. Dominic Papineau del Centro de Nanotecnología y Ciencias de la Tierra de Londres manifiesta: «Este descubrimiento nos ayuda a reconstruir la historia de nuestro planeta y la notable vida en él, y ayudará a identificar los rastros de vida en otras partes del universo.»
El equipo que hizo el hallazgo en el University College de Londres, cree que la búsqueda de fósiles similares en el planeta rojo, es la mejor oportunidad de encontrar evidencia de vida extraterrestre.
Mathew Dodd, autor principal del estudio expresa:
Con este descubrimiento se demuestra que la vida se las arregló para conseguir un equilibrio y evolucionar en la Tierra. Si hace 4.200 millones de años los sistemas hidrotermales sirvieron para albergar vida, cabría esperar un comportamiento similar en Marte, ya que se tiene evidencia de que para ese tiempo ambos planetas eran lugares bastante análogos.
El descubrimiento es la evidencia más fuerte de que organismos similares también podrían haber evolucionado en Marte, que para ese momento todavía tenía océanos y una atmósfera, y estaba siendo bombardeada por cometas que probablemente trajeron los componentes básicos de la vida a la Tierra.
Si formas de vida similares fueran encontradas en Marte, se podría inferir que la vida terrestre pudo haber tenido un origen marciano, un concepto conocido como Panspermia.
Pero si en el futuro se toman muestras de Marte y de manera similar se busca en las rocas antiguas y no se encuentra evidencia de vida, entonces sin duda se puede señalar el hecho de que la Tierra es una excepción muy especial.