Google Drive es sin duda uno de los mejores servicios de alojamiento de archivo. Desde el tamaño modesto de almacenamiento gratuito, hasta las funcionalidades dentro del servicio mismo, lo hacen sin duda una de las primeras opciones para compartir archivos con mucha comodidad.
Si bien la mayoría de quienes utilizan Google Drive lo hacen para compartir contenido propio, existen usuarios que intentan utilizarlo para compartir contenido pirata (películas, software, etc). Sin embargo, Google desde siempre ha implementado una serie de tecnologías enfocadas a combatir la piratería que ciertamente le dan un buen margen de resultados positivos. Las tecnologías que Google implementa no son de dominio público pero una investigación realizada por los chicos de TorrentsFreak apunta a que todo se realiza mediante comprobación del hash de los archivos.
Los ‘hash’ o funciones de resumen son algoritmos generados a partir de una entrada, en este caso el archivo, que resumen toda la información que se le ha dado y creas una cadena o número que sólo puede volverse a crear con esos mismos datos. En otras palabras, sería algo así como un identificador único digital para los archivos.
Al parecer, Google verifica el ‘hash’ de los archivos que se suben a Drive y los compara con una base de datos de archivos piratas. Esta base de archivos piratas se construiría gracias a las solicitudes que Google recibe para dar de baja a contenido protegido con derechos de autor. Así, si uno intenta subir un archivo que ya ha sido reportado como pirata, Google no permitirá que este pueda ser almacenado en Google Drive por que detectara el hash del archivo.
Este tipo de sistema para combatir el contenido pirata no es algo que solo Google implementaría, aunque no lo haya confirmado. Dropbox es otro ejemplo del que si se conoce realiza este tipo de comprobación hash.