Científicos han descubierto que un metal posee la propiedad de conducir electricidad sin producir calor –es sin duda un hallazgo de suma importancia que desafía desde ya, a las leyes que hasta ahora se aplican a los conductores.
En física, existe una ley llamada La ley de Wiedeman-Franz que establece para los metales que el cociente entre la conductividad térmica y la conductividad eléctrica es proporcional a la temperatura absoluta multiplicada por la constante de proporcionalidad -Wikipedia. En simples palabras, nos dice que si un material conduce electricidad, también conduce calor.
Sin embargo, la ley de Wideman-Franz no aplica estricatamente al vanadio, un metal conocido por su facilidad de cambiar de aislante a conductor en función de la temperatura. Científicos del Laboratorio Lawrence Berkeley y la Universidad de California, han resaltado que una de las propiedades del dióxido de vanadio en particular, es que dispone de una conductividad térmica, atribuible al movimiento de los electrones, hasta diez veces menor de lo que dictaría la ley de Wiedemann-Franz.
El físico Junqiao Wu, de la Universidad de Berkeley, ha destacado que:
En el dióxido de vanadio, los electrones se mueven al unísono, como en un fluido, en lugar de hacerlo en todas direcciones como en los metales comunes. Para los electrones, el calor es un movimiento aleatorio. Los metales normales transportan el calor de una manera tan eficiente porque hay muchas posibles configuraciones microscópicas por las que los electrones pueden viajar. En el dióxido de vanadio, el movimiento coordinado de los electrones, como si fueran la banda de un desfile actúa en detrimento de la conductividad térmica. Es un efecto del menor número de configuraciones disponibles para que los electrones salten de manera aleatoria.
Lo más relevante sobre estos hallazgos, es que el dióxido de vanadio es capaz de conducir electricidad mejor que el calor a temperatura ambiente. Además, los científicos aciertan en que la cantidad que de electricidad que este puede transmitir puede ajustarse añadiendo otros metales como el tungsteno. Entre otras propiedades, el dióxido de vanadio se vuelve transparente a temperaturas de 30 grados celsius, y absorbe la radiación infrarroja por encima de 60 grados.
Sin duda es un material con un gran potencial y al que se le pueden encontrar muchas utilidades –como el de reducir el calor en los teléfonos. Por el momento, los científicos están realizando más pruebas para proponer su explotación a nivel industrial.
No puede ser,la temperatura es una forma de medir la velocidad de los atomos, y si tenemos movimiento de atomos que producen una carga electrica pero sin producir calor ,entonces no hay generacion de energis.
Es lo que nos enseñaron a todos en Física, pero checa los resultados del estudio que hemos citado en el artículo, la magia está en el dióxido de vanadio, el metal que permite la propiedad descrita.