Fuentes han informado a Reuters este lunes sobre los resultados de la investigación acerca de los motivos que llevaron a convertir a los Galaxy Note 7 de Samsung en los móviles más temidos del 2016 por su potencial explosivo. Según el reporte, el problema no tiene que ver ni con el hardware ni con el software.
En un nuevo giro, y pese a investigaciones independientes que apuntaban a un claro error de diseño, Reuters asegura que sus fuentes han comentado que la empresa logró replicar las explosiones en los laboratorios, sin embargo no encontraron problemas en el hardware o software que explicará las explosiones.
Como conclusión, Samsung habría determinado que el problema es en realidad la batería del móvil. Algo a lo que los fabricantes de la misma se muestran muy escépticos, sobre todo porque luego del primer recall o devolución Samsung reemplazo un gran número de baterías y los móviles continuaron explotando.
La detección del problema es de vital importancia para recuperar la confianza de los consumidores y remontar las ventas con el Samsung Galaxy S8. Se espera que el próximo 23 de Enero, Samsung emita su reporte oficial y conclusiones sobre lo acontecido con el Galaxy Note 7.