Por mucho tiempo se ha estudiado la exposición a la contaminación del medio ambiente. Esto se realiza colocando sensores que recolectan y cuantifican las concentraciones de sustancias consideradas como contaminantes. Sin embargo, el grado de concentración de un químico en una ciudad grande puede variar incluso de distrito a distrito. En ese sentido, y debido al movimiento constante la población, no todos nos vemos expuestos a la misma cantidad de contaminantes. Un nuevo estudio intenta resolver esta variable agregando los datos de localización por GPS que generan los usuarios generan en sus móviles.
«El método tradicional para ver la contaminación es colocar estaciones de medición…Pero esos datos son válidos para el lugar donde está ubicada la estación. Si quieres cuantificar la exposición, tienes que saber dónde está la gente», explica el profesor Carlo Ratti del MIT.
Al hacer el cruce de variables, los científicos podrán cuantificar con mayor exactitud los niveles de partículas contaminantes a los que la población realmente se expone en dependencia de los sitios más concurridos.
Los datos GPS fueron obtenidos en conjunto con la empresa Ericsson, aunque se desconoce los detalles específicos y técnicos que utilizaron en la recolección. Hace falta ver con detenimiento para dilucidar cómo hicieron para rastrear a la población sin irrumpir en problemas de seguridad. Sin embargo, los datos que se revelaran son más que interesantes desde el punto de vista medioambiental así que estaremos pendientes a comentarlo.
El estudio que se realizó de Abril y Julio del 2013 será publicado este mes en el Environmental Science & Technology Journal del MIT.