El propio Michael Arrington ha puesto fin en un artículo al proyecto que llevaría a escenas un tablet de bajo costo, el CrunchPad. Y por desgracia las cosas no podrían haber terminado peor entre TechCrunch y los patrocinadores del proyecto, Fusion Garaje, ya que como explica Arrington en el post, sus socios lo acusaban a el y su equipo de no involucrarse en la fabricación del proyecto, y amenazan con lanzar el CrunchPad aún sin su participación.
Todavía estamos perplejos en cuanto a lo que sucedido. Creemos que estaban tratando de renegociar el reparto de capital en la compañía detrás de CrunchPad, que iba a adquirir Fusion Garaje. Las renegociaciones son siempre bienvenidas. Pero con una pistola en la cabeza dos días antes del lanzamiento e insultos no es la mejor manera de hacerlo. Hemos pasado la última semana y media tratando infructuosamente de comunicarnos ellos. Nuestras llamadas y correos electrónicos aún no han sido contestados, por lo que ni siquiera podemos saber exactamente lo que ha sucedido, aseguró Arrington.
Lo cierto es que el caso esta bajo los tribunales, donde TechCrunch seguramente apuntará quedarse con el nombre de CrunchPad. Posiblemente Fusion Garaje pueda seguir con el proyecto, y veamos una tablet de “bajo costo” con algún otro nombre por ahí; pierde de entrada “el buzz” que TechCrunch pudo haber aportado.
